Ser creativos es algo con los que se nos relaciona a los que vivimos de la imaginación, ya sea como artistas o con cualquier otro empleo relacionado con el mundo de las ideas. Pero para lograr un estado permanente de creatividad hay que trabajar, y mucho. Sólo algunos genios lo consiguen sin esfuerzo.
La búsqueda de la creatividad ha de ser una forma de vida, no sólo algo puntual a lo que nos vemos forzador por el trabajo.
Es como cuando vamos al nutricionista para que nos ponga una dieta porque hemos subido unos kilos de más. Seguimos a rajatabla sus consejos durante unas semanas y, una vez perdido el peso, volvemos a nuestros hábitos alimenticios anteriores. Inmediatamente,la báscula nos recuerda que no estamos comiendo de la manera en la que deberíamos.
No consiste sólo en comer bien unas semanas y ya está, sino que tenemos que modificar nuestros hábitos y convertirlos en saludables para siempre.
Lo mismo hay que hacer con la creatividad.
No solo por el trabajo que podamos tener o los acuerdos con clientes, debemos tener hábitos creativos siempre.
Y algunos de los habitos que comentaremos aqui pueden ayudarte,
Haz juegos mentales
Rellenar crucigramas, hacer sudokus, jugar al ajedrez, ver concursos de agilidad mental en televisión, tratar de adivinar enigmas, determinados juegos de mesa y estrategia, etc. Todas estas actividades son un reto para tu cerebro y te obligan a superarte a ti mismo para producir nuevas ideas.
Son juegos que plantean problemas complicados e invitan al cerebro a encontrar soluciones creativas.
Deporte.
Mantenerte en forma, prevenir algunas enfermedades y cuidar la línea estimula tu creatividad. El ejercicio aumenta el flujo de histaminas que en el cerebro funcionan como neurotransmisores y mejoran el aporte del oxígeno a los tejidos cerebrales.
No sería la primera vez que a alguien se le ocurre el calendario editorial de la semana que estaba buscando, o la forma de mejorar su feed en redes sociales, mientras está corriendo por el parque o montando en bicicleta.
Lleva siempre una libreta a mano
Estés donde estés, sea por la noche en una discoteca o en lo alto del Everest, lleva un pequeño cuaderno donde apuntar cualquier cosa que se te ocurra. Las ideas pueden surgir en cualquier momento o circunstancia. Y, como vienen, se van, así que lo mejor es apuntarlas.
Hay quien duerme con la liberta en la mesita de noche porque piensa que las mejores ideas vienen a la cabeza durante el sueño.
Muchos han sustituido la libreta por el bloc de notas del smarphone, ya que, sí o sí, éste nos acompaña al fin del mundo.
Lluvia de ideeas
Pon en común tus ocurrencias con otros amigos o compañeros, escucha lo que ellos tienen que decir, sus aportaciones. Surgirán nuevas ideas y, probablemente, el proyecto en sí salga reforzado.
Una lluvia de ideas no sólo se lleva a cabo entre creativos, sino que prácticamente se realiza ya en casi cualquier empresa en todas las reuniones.
Improvisa algo cada día.
Estimular el cerebro con información nueva te hará más ágil a la hora de pensar.
Caer en la rutina mental resulta fatal para la creatividad.
Puedes visitar un lugar nuevo, desayunar en un sitio diferente, cepillarte los dientes con la otra mano, vestirte diferente. Todo ello consiste en ejercitar la mente.
Aléjate de los ordenadores y los dispositivos móviles
Es indiscutible que estar conectado a internet tiene grandes beneficios para los creativos, ya que puedes documentarte sobre un tema, buscar la inspiración o entretenerte. Pero conviene vivir también en el mundo offline.
Levantarte un rato y salir a dar una vuelta.
No mirar las redes sociales.
Todo esto te ayudará a evadir la mente. A desconectar.
Para después volver a focalizarte en tu verdadero objetivo:
Leer
Leer siempre es un gran catalizador para la creatividad. Si son libros, mejor, porque te ayuda a concentrar la atención durante más tiempo que en una simple noticia de internet.
Aporta nuevas palabras y vocablos, ejercita la apertura a nuevas ideas, te facilita más herramientas para organizarlas.
Cuando lees, recreas en tu imaginación cada escena, reconstruyes mentalmente cada detalle narrado, visualizas la evolución de la historia y hasta le pones cara a los personajes.
Tu cuerpo se traslada en tiempo y espacio al lugar en que sucede cada escena..
Es como si vivieras en un universo paralelo.
Eso se llama creatividad.
No te quedes con la primera idea que se te viene a la cabeza
Eso es lo fácil.
Y, por supuesto, nunca será la mejor idea.
Es como cuando pruebas una tarta de chocolate. El primer bocado sabe bien, pero lo que realmente es gratificante es comerte el trozo entero. Si no, te quedas con hambre.
A ti se te tiene que ocurrir lo que no se les ocurre a los demás.
Y a los demás no se les ocurre porque se quedan con la primera idea o no pueden o quieren pensar más.
La primera idea puede ser un buen comienzo. Luego hay que desarrollarla.
Y en el desarrollo está la verdadera fuerza de la creatividad.
Sal de tu zona de confort
Intenta hacer cosas que nunca has hecho.
No dejes de aprender.
La creatividad necesita de retos constantes.
Sal de tu zona de confort y, sufrirás, pero tu creatividad crecerá más fuerte y tu vida se tornará mucho más gratificante.