¿Nunca te has parado a pensar porque hay gente que parece tener suficiente tiempo para hacer todo lo que quiere, pero luego hay otros que siempre van de cabeza y encima nunca acaban lo que empiezan?
¿Crees que es porque los primeros tienen menos cosas que hacer y los demás van saturados?
Nada más lejos de la realidad, lo más probable es que ellos saben gestionar su tiempo de forma efectiva con estrategias de administración de tiempo.
Parece algo sencillo como concepto, pero la realidad es mucho más compleja cuando se lleva a la práctica.
Cuando hablamos de gestión de tiempo, nos referimos a cómo utilizar el tiempo que tenemos de manera que podamos maximizar nuestra productividad y lleguemos a los objetivos marcados para el día y para poder acabar las tareas establecidas tanto a corto plazo como a largo plazo.
De verdad, quien no quiere aprovechar al máximo las 24 horas que tiene el día, pero seamos sinceros, hay personas que logran una mayor productividad y calidad de vida con la misma cantidad de tiempo que los demás.
¿Pero por qué? La respuesta sigue siendo la gestión del tiempo, las estrategias que siguen para sacar todo el provecho posible al día sin desperdiciar ni un minuto.
Lo primero es preguntarnos si realmente aprovechas al máximo las 24 horas que tienes cada día.
Hay un conjunto de estrategias/preguntas que te planteamos y basándose en las respuestas podrás crear la estrategia que mejor se ajuste a tus propósitos.
¿Pierdes el tiempo?
Parece absurdo, pero es la primera pregunta que debes hacerte, sé sincero al 100%. ¿En qué pierdes el tiempo, es tiempo que puedes invertir en algo más productivo?
¿Sabes distinguir entre importante y urgente?
Tenemos que saber perfectamente que es urgente, que no puede esperar más de lo relevante que puedes posponer para más tarde.
Seamos sinceros qué nivel de urgencia le das a mirar Instagram, a responder emails o contestar por teléfono, por ejemplo.
Una vez separemos lo urgente de lo importante, podremos gestionar de forma más efectiva nuestro tiempo.
Planifica tu día
Una vez levantados y bien despejados, es el momento de organizar nuestro día. Tomate el tiempo que necesites, por norma con 30 minutos es suficiente.
Recuerda el punto anterior, prioriza lo urgente de lo importante.
Crea rutinas y cumple con ellas
A ver, los imprevistos, como bien dice la palabra, no los puedes prever, vienen de golpe y sin estar preparados, que no cunda el pánico.
Aunque esto no lo puedes evitar, con un plan diario , aunque probable es más complicado, te cogerá mejor preparado. Recuerda que así serás capaz de gestionar de manera más productiva tu día a día.
Pon límites de tiempo para cumplir los objetivos.
Un ejemplo son los bloques de tiempo. Estos los marcas tú, pero es fundamental cumplir con los inicios y finales de cada bloque para maximizar el tiempo que has marcado para cada tarea.
Ordena tu entorno
El desorden normalmente lleva a desconcentrarse, y perdemos el foco. Si estás desconcentrado, hará que pierdas el tiempo de forma poco productiva y tendrá que invertir más energía y horas para cumplir con la tarea.
Deja de procrastinar
Si todavía estás poniendo excusas para no hacer algo, deberías preguntarte por qué.
La procrastinación es tu enemigo.
No a la multitarea, prioriza
No seas ambicioso, no por hacer más de una tarea a la vez serás más productivo, al contrario, a lo mejor no acabas ni una o el resultado no es el que tú querías.
De una en una y verás que gestionaras el tiempo mejor.
Si no puedes, delega.
Aunque no lo creas, es una de las cosas más complicadas de aprender, sobre todo para aquellos que creen que las cosas salen mejor si las haces tú. Al contrario, el hecho de no saber delegar hará que la gestión de tu tiempo sea ineficaz. Compartir y repartir las cargas de trabajo tanto en casa como en el trabajo en la medida de lo posible hará que aproveches totalmente tu tiempo.